Entre 1360 y 1420, cuando se estructuró el sistema de acequias de México-Tenochtitlan, se construyó un canal que comunicaba al imperio mexica con Xochimilco, vivero de la ciudad hasta la primera mitad del siglo XX. El afluente de aquella vía desembocaba en el costado sur de las casas de Moctezuma, donde hoy está Palacio Nacional. A través de su caudal se transportaban las mercancías para abastecer al principal mercado de México-Tenochtitlan.
En esta imagen de Cristóbal de Villalpando de 1695, podemos observar el mercado del Parian
y a la izquierda la Acequia Real
Después de la Conquista y durante el periodo colonial, había rutas de canoas a través de los lagos de Chalco y Xochimilco, que penetraba hasta el centro de la ciudad por la Acequia Real y terminaba cerca de la plaza principal. Este canal permaneció abierto durante los tiempos coloniales, porque el nivel de agua se mantuvo suficientemente alto para resistir el tráfico constante. Eran muchos los productos que se transportaban por la ruta de las canoas hasta la ciudad de México; no sólo las hortalizas, las frutas y las flores dependían de ella, sino también los cereales, el azúcar y los variados materiales de construcción. Las canoas más grandes llegaron a tener 50 pies de largo y capacidad para varias toneladas; eran de madera, cortada de un solo tronco, con remo cuadrado y poco fondo; y para maniobrarlas se utilizaban remos y pértigas. Gran parte del transporte se realizaba de noche y entraban las canoas al amanecer. Huitzilopochco (Churubusco), Mexicalcingo, Chalco, Atenco, Xochimilco, Ayotzingo y Tetelco eran los principales puertos de embarque, dependiendo de los productos que debían transportarse y de sus puntos de origen. Desde cualquiera de ellos podían ser llevados en un solo viaje y descargados cerca del Palacio, en el centro de la ciudad, en una jornada de 6 a 8 h desde Ayotzingo. A fines de la época colonial uno de estos canales iban de la parte oriental del lago de Chalco hasta Cuitláhuac (Tláhuac), se dirigía después hacia el norte en el lago de Xochimilco y se juntaba con la Acequia Real en el mismo punto.
Después de la Conquista y durante el periodo colonial, había rutas de canoas a través de los lagos de Chalco y Xochimilco, que penetraba hasta el centro de la ciudad por la Acequia Real y terminaba cerca de la plaza principal. Este canal permaneció abierto durante los tiempos coloniales, porque el nivel de agua se mantuvo suficientemente alto para resistir el tráfico constante. Eran muchos los productos que se transportaban por la ruta de las canoas hasta la ciudad de México; no sólo las hortalizas, las frutas y las flores dependían de ella, sino también los cereales, el azúcar y los variados materiales de construcción. Las canoas más grandes llegaron a tener 50 pies de largo y capacidad para varias toneladas; eran de madera, cortada de un solo tronco, con remo cuadrado y poco fondo; y para maniobrarlas se utilizaban remos y pértigas. Gran parte del transporte se realizaba de noche y entraban las canoas al amanecer. Huitzilopochco (Churubusco), Mexicalcingo, Chalco, Atenco, Xochimilco, Ayotzingo y Tetelco eran los principales puertos de embarque, dependiendo de los productos que debían transportarse y de sus puntos de origen. Desde cualquiera de ellos podían ser llevados en un solo viaje y descargados cerca del Palacio, en el centro de la ciudad, en una jornada de 6 a 8 h desde Ayotzingo. A fines de la época colonial uno de estos canales iban de la parte oriental del lago de Chalco hasta Cuitláhuac (Tláhuac), se dirigía después hacia el norte en el lago de Xochimilco y se juntaba con la Acequia Real en el mismo punto.
El canal más importante del periodo colonial entraba a la ciudad procedente de Mexicalcingo y tenía acceso a la traza por el lado oriental, donde describiendo una herradura daba directamente acceso, a su vez, a la Plaza del Volador y a la Playa Mayor.
La Acequia Real se mantuvo en uso hasta principios del siglo XX y se desecó por completo en 1939.
La Acequia Real se mantuvo en uso hasta principios del siglo XX y se desecó por completo en 1939.
Esta imagen muestra la Plaza de la Alhódiga a finales del siglo XIX, vemos la culminación de la Acequia de Roldán, prolongación al norte del Canal de La Viga. En el período virreinal, este canal daba vuelta sobre lo que hoy es Corregidora rumbo al poniente, pasando por la Plaza del Volador, frente al Ayuntamiento y corriendo por lo que hoy es 16 de Septiembre hasta alcanzar el Convento de San Francisco donde se internaba saliendo nuevamente a la calle por Zuleta, hoy Venustiano Carranza para unirse a otro canal que corría por San Juan de Letrán.
Durante el sexenio de José López Portillo se llevó a cabo la construcción de una réplica de lo que había sido la Acequia Real mismas que en 2004, en las obras de recuperación del Centro Histórico , fueron demolidas.
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